Con el automovilismo en las venas, Chequito, el hijo de Sergio Checo Pérez ya prueba en el karting, y lo hace compitiendo contra su primo, hijo de Antonio Pérez.
“Qué buena mañana me regalaron los dos, disfrutarlos en los karts está siendo ya muy común, los amo a los dos y me encanta lo competitivos que son. Hay PÉREZ para rato”, escribió Toño en sus redes sociales.
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Vestido con los colores de Red Bull y de mariachi, a sus 4 años ya sigue los pasos de su padre en los karts, quien comenzó su andar en el automovilismo en 1996 en su natal Guadalajara, Jalisco.
Por su parte, su tío, Antonio Pérez, también es un piloto experimentado, quien es egresado de la Escudería Telmex y llegó a correr profesionalmente en la NASCAR México y SuperCopa Telcel.
¿A Checo le gustaría que su hijo sea piloto de automovilismo?
Sergio Pérez Jr. es el primogénito de Carola Martínez y Checo, quien nació el 21 de diciembre de 2017 y es el hermano mayor de Carlota (15 de septiembre de 2019 y de Emilio (15 de mayo de 2022).
En una ocasión, el actual piloto de Red Bull de Fórmula 1 manifestó en entrevista para FOX Sports si le gustaría que sus hijos se dedicaran al automovilismo, por lo que señaló que le dará la libertad de elegir, aunque sí lo impulsará a que se dedique a cualquier deporte.
“Le voy a apoyar en lo que quiera, y me encantaría que estuviera muy ligado al deporte porque es una manera de estar alejado de los vicios y las cosas malas. El deporte te ayuda a tener una disciplina diferente, y por eso me gustaría que practicara cualquier deporte profesional”.
Hijo de Checo Pérez tiene juguetes de automovilismo
Respecto a que si lo impulsará al automovilismo, señaló que “le gusta y le llama la atención, tiene sus juguetes; pero de empujarlo a que lo haga, que sea por él. Y yo feliz de apoyarlo en lo que quiera”.
Eso sabe, sabe que el sacrificio es grande: “Soy consciente de que los pierdes a corta edad, pero como papás, como lo hicieron conmigo, hay que apoyar a nuestros hijos en sus sueños. Y cualquiera que sea su sueño lo voy a apoyar”.
Concluyendo que “hubo muchos momentos en mi vida que me preguntaba si vale la pena pasar por todos los momentos difíciles. Pero al final es importante disfrutar el camino y aprender de él”.