Apenas está en los inicios de su carrera como entrenador, pero Rafael Márquez ya tiene claro que algún día le gustaría dirigir a la Selección Mexicana.

Icónico como jugador del Tricolor, capitán durante varios años ahí, el ex defensa y ahora director técnico del Barcelona Athletic sin embargo reconoció que aún está en etapa de aprendizaje y hasta que no se sienta consolidado no podrá pensar en otros retos más importantes.

“Siendo mexicano, obviamente la ilusión sí está, y el sueño de poder tener un día el puesto de ser entrenador de la Selección Mexicana; pero hoy en día están muy claros mis objetivos, que es el seguirme desarrollando aprendiendo, y estoy en un puesto que me puede dar mucho aprendizaje, y hasta que no tenga esas garantías, no sabemos cuándo, ojalá que algún día pueda tener esa oportunidad también”, expresó en entrevista con TUDN.

Después de retirarse a mediados del 2018, Márquez se enfocó en estudiar la carrera de entrenador en Europa. Para ello, su primera experiencia, un requisito de de la UEFA, fue dirigir a un equipo juvenil, por lo que fue entrenador del Real Sociedad Deportiva Alcalá, un equipo de Tercera División, con jóvenes de 14 y 15 años de edad.

Luego fue fichado por el Barcelona, para encargarse a partir de julio de este año del Barcelona Athletic, el segundo equipo de la institución blaugrana, donde forman a los jugadores que intentan enviar a Primera División.

Enfocado en todo ello, Márquez reconoció que no le llega tanto el “ruido” de la Selección Mexicana.

“Ya metido en esta burbuja, en mi trabajo, es poco lo que se escucha de Selección, y porque uno se enfoca mucho ya en lo que tiene que hacer y ya es un trabajo que te lleva ya más tiempo del que llevaba como futbolista, entonces no suena tanto, es más leve que cuando estás más pendiente en noticias y eso”, señaló.

‘Jugar un Mundial es como cambiar el chip’

Sin embargo, no por ello dejo de mostrarse confiado sobre la actuación del Tricolor en Qatar 2022, a pesar de las pocas expectativas de la afición, dado el pobre nivel futbolístico y los malos resultados durante la última etapa del proceso del Tata Martino.

“Jugar un Mundial es como cambiar el chip, es otra sensación, intentas dar siempre el máximo, eso es lo que me hace confiar en los jugadores, en el grupo técnico, en que se van a sacar buenos resultados”.