Red Bull desató la furia de Max Verstappen en la última vuelta de la Q3 del GP de Singapur.
Y es que cuando el piloto neerlandés empezaba con su última vuelta para darle caza a la Pole Position, que tenía Charles Leclerc en su poder, Red Bull le llamó a boxes pues se estaba quedando sin gasolina.
Para ese entonces, Verstappen marchaba en octavo lugar de la qualy, en caso de quedarse sin combustible en plena vuelta habría sido penalizado con el último lugar de la parrilla, que habría sido veneno puro para la escudería austriaca.
Pero la reacción de Verstappen, tras ser llamado a boxes, no fue la mejor pues tenía el ritmo para superar a Leclerc, pero no el combustible.
“¿Qué carajo es esto?” “¿Qué carajo está pasando, chicos?” gritó Verstappen en el radio a sus ingenieros.
“Mejor empezar octavo, que desde el pit lane”, dijo Christian Horner, jefe de Red Bull, sobre la llamada a Verstappen en la Q3.