A estas alturas de la película nadie descubrirá a la Superestrella de San Diego. Rey Mysterio lo ha conseguido todo en WWE, donde ha forjado una leyenda de grandeza, una de las pocas en la historia de este negocio de entretenimiento que ha competido en 5 décadas diferentes, a sus 47 años.
Desde que se iniciara en el cuadrilátero en los ochenta, Rey Mysterio se ha visto cara a cara con los mejores, desde Eddie Guerrero o Undertaker a Ric Flair, pasando por Batista y Randy Orton hasta llegar a la nueva generación de talentos como Seth Rollins o Roman Reigns.
Su impresionante palmarés tan solo en WWE es de 15 títulos y un Royal Rumble (2006), habiendo sido el vigésimo primer talento en conseguir el Grand Slam de la compañía. Pero sí que hay algo a lo que Rey Mysterio no se había enfrentado hasta el momento y que está condicionando los que quizás vayan a ser sus últimos años como profesional.
La traición de su hijo Dominik, que se hiciera efectiva en Clash at the Castle (primer evento de pago en tierras británicas en 30 años) hizo que éste se uniera a The Judgement Day, el grupo formado y magistralmente dirigido por Finn Bálor, Damian Priest y Rhea Ripley.
Nuevos aires para Rey, con todo y sus 47
Hasta el momento Rey había preferido guiar los pasos de Dominik en esta complicada empresa, pero en todo hay límites y ante las constantes provocaciones de su hijo, el pasado viernes en SmackDown, Rey Mysterio decidía que pondría punto y final a su carrera antes de caer en la tentación y en más provocaciones de Finn y compañía.
No se lo podía permitir, no podía ser él el que diera una lección a su propio hijo y así se lo hizo saber a Triple H, quien le sugería un traspaso inminente de marca (de Raw a SmackDown) para no tener que coincidir semanalmente con sangre de su sangre.
¡Y qué gran noticia! porque no solo ha servido para volver a ver a un Rey Mysterio nuevo, rejuvenecido y al 100 por ciento, sino que todos ganamos la ocasión de seguir disfrutando de su talento entre las cuerdas, como lo refrendó en una magnífica lucha a cuatro en la que venció a Ricochet, Sheamus y Solo Sikoa para dirimir quién será al próximo aspirante al Campeonato Intercontinental del la imparable bestia austríaca GUNTHER.
Falta por saber el día y la hora en los que Rey Mysterio intentará la conquista de su tercer entorchado Intercontinental. Pero sin duda será una lucha inolvidable, ya que la diferencia de estatura y kilos será un aliciente más para saber si el pequeño gran hombre sigue teniendo la capacidad de acabar con los gigantes que le rodean.
Un histórico que regresa a SmackDown
No será la primera vez que Rey Mysterio encara un reto de tal magnitud, ya que se ha enfrentado a Superestrellas de la talla del Gran Khali o Undertaker y siempre demostró su valentía y arrojo. Ante esta nueva ocasión de conquistar un campeonato en WWE, Rey Mysterio reconoció el dolor por ver las decisiones de su hijo.
“Mi decisión de regresar a SmackDown tiene mucho que ver con la conversación que he tenido con Triple H. Llegué aquí con el firme propósito de dejarlo todo porque me duele ver por lo que está pasando mi hijo ahora y no puedo enfrentarme a él, no puedo; pero Triple H me ha hecho abrir los ojos esto es nuevo comienzo para Rey Mysterio”, dijo en una entrevista exclusiva a la web oficial de WWE entre bastidores.
“Estoy contento de que se me haya dado la oportunidad de luchar en próximas fechas por el Campeonato Intercontinental y de poder hacerlo aquí en SmackDown, donde tengo tanta historia desde que llegara a este programa y debutara en 2002. Volver aquí y tener vía libre, no tener la incertidumbre ni la sombra de pensar que alguien va a venir a atacarme por la espalda y a provocarme hace que me sienta bien. Me he quitado un gran peso de encima”.
