En los estadios de Marruecos, durante algún partido de la Liga local, es común escuchar un cántico lleno de solidaridad hacia Palestina, el Estado árabe que de varias maneras ha estado presente en el Mundial de Qatar 2022.
Así sucedió al final del partido entre Marruecos y España, ganado por los primeros en penales, luego de que los jugadores posaron en conjunto para posar con la bandera de Palestina, como parte de la celebración por su pase a los Cuartos de Final.
Esa bandera está presente en cada partido de la Selección marroquí, pues así también sucedió cuando avanzaron a Octavos como primer lugar de su Grupo, luego de vencer a Canadá. Esa vez, el defensa del Valladolid, Jawad El Yamiq, ondeó la bandera de Palestina.
El trasfondo de ello es la simpatía que por lo general manifiestan los países árabes hacia Palestina, por el conflicto palestino-israelí, para el cual Marruecos ha fungido como un mediador. Pero el apoyo ha sido no diplomático sino también financiero, para que el territorio palestino pueda preservar la identidad árabe e islámica.
Pongan el volumen al máximo y escuchen la mejor canción de la historia del fútbol, del Raja Casablanca de Marruecos. pic.twitter.com/IEY5y0aamI
— Periodistán - Modo Mundial (@periodistan_) December 6, 2022
“(El apoyo a Palestina) emana de una convicción y una fe bien arraigadas en los sentimientos de los marroquíes”, aseguró el Rey de Marruecos, Mohamed VI, en un mensaje el año pasado.
Es así que, por ejemplo, en un partido del Raja Casablanca, la afición puede entonar cánticos que, durante un partido de futbol, no mencionan nada relacionado con el aspecto deportivo, sino exclusivamente con el tema palestino.
“Mi corazón está triste por ti, Palestina, llevo años llorando por ti, Querida Palestina, los árabes están dormidos; la más bellas de los países, aguanta, que Dios te cuide de los injustos enemigos y la avaricia de los sionistas”, dice el cántico.
Sin embargo, la postura de apoyo marroquí hacia Palestina también es criticada porque el país magrebí al mismo tiempo mantiene un conflicto de ocupación en contra del pueblo saharahui, al Este de Marruecos, que reclama un territorio desde 1975.