Irán niega que el futbolista Amir Nasr Azadani haya sido sentenciado a muerte

El jugador apoyó la lucha por los derechos de las mujeres durante el Mundial

La Embajada de Irán en Colombia salió para aclarar la noticia que le dio la vuelta al mundo sobre el futbolista Amir Nasr Azadani.

El representativo de Irán en Colombia, clasificó de ‘fake news’ los reportes que hablan de condena de muerte para el futbolista de 26 años, quien participó en las protestas antigubernamentales.

La aclaración desde la comitiva ubicado en el país sudamericano se produjo por el tweet del mandatario colombiano, Gustavo Petro, mensaje en el que pedía a Irán no matar al jugador.

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La oficina diplomática iraní en Colombia reaccionó y expuso que hay una ‘guerra híbrida’ en la campaña de noticias falsas contra su nación.

El juicio todavía no se ha llevado a cabo. Por lo tanto, la noticia de pena de muerte es pura mentira”, aclaró la Embajada, misma que explicó a detalle la situació de Azadani, quien es el quinto acusado por presuntamente pertenecer a un grupo armado que asesinaron a tres agentes de policía.

Esto choca con los mensajes de la FIFPRO, organismo que representa a los jugadores afiliados a la FIFA y quienes sí condenan una pena de muerte contra el futbolista.

“FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, apoyó el sindicato en redes sociales.

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La sentencia explicada

Amir Nasr Azadani fue acusado por el régimen iraní por un delito llamado ‘moharebeh’, el cual apela a una ‘enemistad con Dios’. Esta falta conlleva a la ejecución en la horca y sin derecho de contratar a un abogado independiente, además de sustentar el caso en confesiones forzadas.

De acuerdo a las Organizaciones de Derechos Humanos, el delito está abierto a interpretación.

“La acusación depende de que un juez crea que se está haciendo una guerra contra Dios”, explica Amir Azimi a la BBC.