En un duelo de golazos, los que firmaron Joselu, Enes Ünal y Javi Puado, el Espanyol superó 1-2 al Getafe y se llevó tres puntos clave con los que abandonó los puestos de descenso, acabó con una racha de siete encuentros consecutivos sin conocer la victoria y metió a su rival en un lío.
El zaguero mexicano César Montes saltó al campo como titular, disputó los 90 minutos y cumplió con una gran actuación al lado del uruguayo Leandro Cabrera y el español Fernando Calero.
El equipo de Diego Martínez necesitaba puntos con urgencia. El empate casi no le servía al Espanyol después de acumular un exceso de pinchazos que provocaron un coqueteo excesivo con las plazas de Segunda División.
El primer golpe lo atizó el delantero del Espanyol. Llegaba en buen estado de forma, con dos tantos consecutivos al Barcelona y al Girona, y cerró el círculo con un zapato espectacular desde 48 metros que dejó boquiabiertos a los espectadores del Coliseum Alfonso Pérez.
Parte de culpa de su éxito la tuvo Martin Braithwaite, que le robó la cartera a Luis Milla en el centro del campo. El danés consiguió por un instante algo complicadísimo, quitarle la pelota a Milla, que rara vez concede ese tipo de errores a sus rivales. El ímpetu de Braithwaite habilitó a Joselu, que sorprendió a David Soria con un disparo espectacular casi desde el centro del campo.
El golazo de Joselu, el décimo que marca este curso en LaLiga Santander, tenía pinta de hundir al Getafe. Un tanto de ese calibre deprime a cualquier rival, pero el conjunto azulón respondió rápido, con otra diana espectacular, al minuto y medio, obra de Enes Ünal, que oposita a fichar por el Atlético de Madrid.
El turco firmó un trallazo espectacular desde la banda izquierda que entró por la escuadra contraria de la portería defendida por Álvaro Fernández.
Todos los esquemas, las ideas y cualquier guión se vinieron abajo con dos golpeos de alto voltaje. El Espanyol, que salió con cuatro caras nuevas respecto al choque que empató con el Girona (Aleix Vidal, Javi Puado, Vinícius Souza y César Montes), soñó durante poco más de un minuto con la idea de encerrarse atrás para defender el tanto de Joselu. Enfrente, el Getafe, casi con los mismos once que fueron derrotados en Sevilla, respiró aliviado gracias al empate de Ünal.
Tal vez, el técnico del Getafe buscaba más verticalidad y velocidad. No la consiguió, porque el Espanyol mantuvo el orden hasta sorprender de nuevo a su rival. El encargado de hacerlo fue Javi Puado, que no quiso perderse la cita con los golazos en el Coliseum y, a falta de media hora, se apuntó un gran tanto tras una jugada espectacular.
Entró por la zona izquierda del campo como una exhalación, dejó atrás a Ángel Algobia, hizo un túnel a Djené Dakonam dentro del área y picó la pelota por encima de Soria, que sólo pudo contemplar como ésta entraba dentro de su portería. Puado celebró su espectacular tanto y al Espanyol le tocaba tirar de oficio para aguantar el marcador.