La situación de Dani Alves va de mal en peor. Actualmente, el futbolista brasileño se encuentra en una cárcel de Barcelona, a espera de su juicio por un presunto abuso sexual, que habría tomado lugar en la popular discoteca de la ciudad española, Sutton.
Joana Sanz, esposa del brasileño, estaría gestionando junto a su equipo legal su divorcio del ex futbolista de los Pumas. Medios españoles declaran que la modelo habría querido comunicarle la decisión en persona a Alves, pero éste habría negado la visita de su actual esposa al centro penitenciario Brians 2, donde se encuentra detenido.
Al inicio de la situación, Sanz mostró públicamente su apoyo a Dani Alves, declarando que creía en su inocencia. Sin embargo, conforme se han desarrollado y conociendo los hechos, la española estaría “arrepentida” y ahora cree el relato de la víctima de 23 años. El programa de Ana Rosa, en España, aseguró también que la propia Joana Sanz quiso acompañar a Alves a la discoteca aquella noche del 30 de diciembre y Alves se negó, comentando que era “una noche solamente para amigos”.
Sin embargo, la propia modelo española ha acudido a sus redes sociales para desmentir esta versión de su postura, asegurando que los medios españoles han inventado la noticia y que es falso, generando aún más incertidumbre alrededor de toda la situación:
La pareja contrajo matrimonio en 2017, tras dos años de noviazgo. Actualmente, Joana Sanz ha borrado de sus redes sociales todas las fotografías donde aparece Alves. El futbolista brasileño permanecerá en prisión preventiva a la espera de su juicio, que determinará si es culpable o no y en caso de serlo, el tiempo que deberá de cumplir en prisión.
El equipo legal de Dani Alves estaría buscando que el brasileño pueda salir bajo fianza y permanecer en libertad condicional hasta su juicio. Sin embargo, la jueza a cargo del caso negaría dicha petición, bajo temores que el futbolista pueda fugarse a su país natal, pues no existen acuerdos de extradición entre Brasil y España.