México, pese a perder con Japón, firma su mejor actuación en el Clásico Mundial de Beisbol

Una auténtica locura de torneo fue el que vivió la Selección Mexicana en el Clásico Mundial de Beisbol, pues a pesar de que el Tricolor perdió 6-5 en un dramático partido contra Japón en las Semifinales, el equipo que comanda Benjamín Gil firmó la mejor actuación en un certamen de este calibre, superando todo lo hecho en cuatro participaciones anteriores. Nunca antes México se había colado a dichas alturas, demostrando la calidad de su plantilla.

Todo comenzó con una caída inesperada, 5-4 contra Colombia, donde Julio Urías, la esperanza del pitcheo azteca, lució con problemas de control, además de que el relevo no terminó de cuajar y se selló el descalabro. Pero todo cambió en el segundo cotejo, cuando México enfrentó al temible lineup de Estados Unidos, y pese a que no salieron como favoritos, confirmaron su paternidad sobre los norteamericanos con un brutal 11-5 en la pizarra.

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Con el ánimo renovado, Taijuan Walker saltó al montículo para abrir el choque contra Gran Bretaña, y el lanzador de los Philadelphia Phillies mostró su lado más dominante con ocho ponches, tercera cifra más alta en los registros del Clásico Mundial de Beisbol. Ya con foja de 2-1, México se jugaba la vida contra Canadá y no defraudó, pues con una paliza de 10-3 aseguró su pase a los Cuartos de Final por primera vez, y como líder del Grupo C.

Campanada ante Puerto Rico

México ya instalado entre los ocho mejores, tuvo que sortear un obstáculo imponente: Puerto Rico, novena que venía de echar a República Dominicana, quienes llegaban con la etiqueta de grandes favoritos. Otra vez la pelota se puso en manos de Urías, y nuevamente dejó qué desear, pues se llevó cuatro carreras en la primera entrada, poniendo cuesta arriba el duelo.

Fue entonces que de manera impensada se dio uno de los mayores regresos en el Clásico Mundial de Beisbol, apoyado en un titánico Isaac Paredes, quien impulsó tres carreras, con cuadrangular incluido, dando pie a que apareciera otro bat respetado como el de Luis Urías, quien había estado discreto todo el campeonato, para pegar con un sencillo que certificó la remontada mexicana y el pase a Semis.

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La tristeza contra Japón

Con la opción de alcanzar su primera Final, México se enfrentó a Japón en el que probablemente haya sido el juego más dramático de la competición y que puso a soñar a los fanáticos aztecas, pues se pusieron arriba 3-0 con cuadrangular del Wicho Urías, pero todo se complicó en la séptima entrada cuando Masataka Yoshida timbró jonrón de tres rayas que emparejó la pizarra.

Todo parecía derrumbarse, y México respondió nuevamente en el octavo rollo con dos carreras más. Llegó el cierre de la novena, con la fe puesta en Giovanny Gallegos, relevista de los St. Louis Cardinals, quien recibió doblete de Shohei Ohtani, embasó a Yoshida con boleto y permitió un doblete del cañonero Munetaka Murakami para dejar tendidos en el terreno a sus compañeros.

Las figuras mexicanas

Si hay un personaje para recordar por mucho tiempo no puede ser otro que Randy Arozarena, quien llegó al torneo con la carta de naturalización en la mano, trámite que aceleró el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, permitiendo al cubano representar a la escuadra tricolor y lo hizo de manera espectacular con bateo oportuno y una serie de atrapadas que quedarán en la memoria del fan mexicano.

También figuraron Joey Meneses y sus dos jonrones contra Estados Unidos, o el relevista Javier Assad, quien se mostró efectivo en cada relevo que tuvo. Isaac Paredes supo sacar las papas del fuego en diferentes ocasiones, demostrando su experiencia y desarrollo en la Major League Baseball.