Lamar Jackson no quiere jugar más para los Baltimore Ravens.
En una serie de mensajes en Twitter, el quarterback estrella dijo que pidió su cambio de equipo el pasado 2 de marzo.
El 7 de marzo, los Ravens le colocaron la etiqueta de jugador franquicia no exclusiva a Jackson, y dijeron que tenían la esperanza de alcanzar un acuerdo a largo plazo con él.
Esa versión de etiqueta le permite a Jackson negociar con otros equipos, pero también le da la oportunidad a los Ravens de igualar cualquier oferta que reciba.
También el lunes, habló el coach de Baltimore, John Harbaugh, sobre Jackson en la reunión de dueños en Phoenix.
“No he visto el tuit. Ese es un proceso que está en curso”, dijo Harbaugh. “Lo estoy siguiendo muy de cerca, al igual que los que aquí estamos, y deseando llegar a una resolución. Estoy emocionado, pensando en Lamar todo el tiempo, pensando en él como nuestro quarterback. Estamos construyendo nuestra ofensiva alrededor de esa idea”.
Jackson, el Jugador Más Valioso de la NFL en 2019, no tiene un agente. Su habilidad para lanzar y correr lo convierten en una de las más inusuales estrellas del deporte.
Con 25 años, ya es uno de los seis quarterbacks en la historia de la NFL con 10 mil yardas por pase y 4 mil yardas corriendo. Jackson se ha lesionado al final de las dos temporadas pasadas, y los Ravens no han llegado al Juego de Campeonato de la AFC con él.
Si se mantiene con Baltimore, tendrá un nuevo coordinador. Los Ravens contrataron a Todd Monken, de Georgia, para ocupar esa posición al final de la temporada pasada.