La Federación Italiana de Futbol (FIGC) cambió de opinión en el caso de Romelu Lukaku y decidió retirarle “de manera excepcional y extraordinaria” la segunda tarjeta amarilla que vio en el partido de la Juventus, el cual correspondía al duelo de ida de las semifinales de Coppa Italia.
El delantero belga celebró el gol mandando callar a la grada que le había proferido insultos racistas y el árbitro sancionó dicha acción con una amonestación para el ariete nerazzurro.
¿Por qué perdonaron a Lukaku?
En un inicio el Tribunal de Apelaciones de la FIGC desestimó el recurso presentado por el Inter. Sin embargo, el presidente de la Federación Italiana, Gabriele Gravina tomó la decisión de revocarle la cartulina amarilla a Romelu Lukaku.
“El principio de lucha contra toda forma de racismo es un elemento fundador del orden deportivo”, comentó Gravina como motivo suficiente para permitir al elemento interista jugar el choque de vuelta.
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Polémica con la Juventus
El mismo Tribunal que le había negado el recurso al Inter de Milán y Romelu Lukaku aceptó el de la Juventus para evitar el cierre del sector en el que los aficionados profirieron insultos racistas contra el seleccionado de Bélgica.
Ante toda esta vorágine de dimes y diretes, el Inter emitió un comunicado el viernes 21 de abril protestando contra lo que consideraron dos medidas injustas.
“El Intern de Milan siente que debe renovar su cercanía y apoyo a su jugador y expresa su gran disgusto al reconocer que la víctima se ha convertido en el único culpable”, expresó en el escrito.
El belga podrá, por tanto, estar disponible para la vuelta en el Giuseppe Meazza (San Siro) en el que será el partido decisivo (1-1 en la ida) para alcanzar la final de la Coppa Italia.
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