Hoy goza de la gloria en las Grandes Ligas pues tras disfrutar como nadie el Clásico Mundial de Beisbol con México, Randy Arozarena no solo ha sido clave en la primera gran mitad de campaña para sus Tampa Bay Rays, sino que se convirtió en subcampeón del Home Run Derby del Juego de Estrellas de MLB.

Sin embargo, el pelotero cubano nacionalizado mexicano debió pasar momentos muy duros en su vida, como lo fue vivir de cerca la muerte de su padre, cuando este lo iba a ver jugar un partido, o como también representó su viaje en lancha desde Cuba hasta Isla Mujeres.

El pelotero sensación de México en el Clásico Mundial y bujía de los Tampa Bay Rays, el segundo mejor equipo de la Gran Carpa hasta el momento (detrás de los Atlanta Braves), recordó en exclusiva para Fox Sports México cómo decidió abandonar su país cuando la Policía sospechaba que escaparía.

“Mi papá me fue a ver a un juego de pelota, el juego era a las 7 de la noche, mi papa se fue a las 5 pal’ campo, a ver el entrenamiento y ver el juego, y cuando mi papá llega al campo y yo iba al campo para jugar esa noche, mi papá fallece ahí en la grada”, relató.

Ese episodio lo dejó como el hombre de la casa, ya que es el mayor de tres hermanos. Uno de ellos es Raiko Arozarena, futbolista que militó en los Venados de Mérida de la Liga de Expansión MX.

“No tenía papá, yo con 18 años cobraba más que mi mamá y tenía que buscar algo para ayudar a mi familia”, agregó.

La Policía lo presionaba y así decidió escapar

El jardinero relató que tras la muerte de su padre se decepcionó con su país porque la Policía lo empezó a cuestionar sobre sus planes a futuro, ya que destacaba como beisbolista, al grado de que su equipo evitó llevarlo a una Serie del Caribe, quizá para impedir que desertara.

“No me llevaron y me empezaron a poner reuniones con la Policía, con los gobernadores, decían que yo me iba del país y eso me decepcionó un poco porque no me pueden juzgar sin saber lo que estoy pensando”, recordó.

“Al no tener a mi papá y decepcionado de la pelota yo digo ‘no tengo para hacer algo aquí, tengo que escaparme para ayudar a mi mamá' y lo hablé con ella y di el paso y ya estoy aquí”.

‘Salí en una lancha a las 3 de la madrugada’

Arozarena relató que salió de Cuba en una lancha a las 3 de la madrugada con otras ocho personas, entre ellas un tío y otros beisbolistas de Pinar del Río, su provincia natal.

“Llegué a México, a Isla Mujeres, como a las 12 del día en una travesía donde tienes que esconderte de la Policía, y eso es lo de menos, porque te juegas la vida en el mar, sin saber si llegarás a la otra orilla, eso es lo más difícil”, apuntó.

Cuestionado si ese episodio valió la pena y lo repetiría, aclaró que no lo haría de nuevo.

“Lo trataría de hacer de otra manera porque es muy difícil cuando eres consciente que te tienes que jugar la vida, es como si estás en un edificio y te pongo un colchón en la planta y te digo ‘tírate por tu familia’ y dices ‘tengo que tirarme’.

En la entrevista para Fox Sports Radio, Arozarena también relató cómo fue futbolista durante su infancia, aunque prefirió el beisbol porque ahí pagaban cuatro pesos, a diferencia de los cero pesos que el gobierno cubano destinaba para los futbolistas.

Fanático de Cristiano Ronaldo por su mentalidad, agregó que de México conoce a Chivas y América, aunque al único estadio que acudió en México fue al de Xolos, cuando militaba con los Toros de Tijuana de la Liga Mexicana de Beisbol, su trampolín para emigrar a Grandes Ligas, luego de que en nuestro país tuvo una hija, razón por la que se nacionalizó mexicano, haciendo la petición directa al presidente Andrés Manuel López Obrador.