En un día gris para el noruego Erling Haaland, con la pólvora mojada y sin marcar tal y como le sucedió en el partido el miércoles pasado ante el Sevilla, irrumpió el argentino Julián Alvarez, esta vez titular, para proporcionar el Manchester City una victoria de peso en la Premier League.
No es un habitual en el once inicial de Pep Guardiola, Julián Álvarez, al que muchos equipos, a pesar de su escaso protagonismo, mantienen en su agenda. No tiene la relevancia que reclama el argentino que salió reforzado del último Mundial, en Qatar, de donde despegó con el título bajo el brazo.
A pesar de la relevancia con la albiceleste no agranda el número de minutos Julián Álvarez, habitual en el tramo final de cada partido con el City. Esta vez, sin embargo, Pep Guardiola le sacó desde el principio y el futbolista de Calchín, de 23 años, respondió.
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En un duelo plano hasta ese momento, sin sobresaltos, de resaca tras la Supercopa ganada ante el Sevilla el miércoles, irrumpió Álvarez para dar otro aire a un choque entre dos de los equipos más poderosos de la Premier League. Dos conjuntos de Champions; el Newcastle, que creció con fuerza el pasado curso y acabó en la parte alta, y el City, campeón de casi todo.
A la primera marcó el Manchester. A la media hora, en un pase filtrado de la cara nueva ‘citizen’ Mateo Kovacic hacia Phil Foden, en el área, que vio en buena posición a Julián. El argentino miró a portería y ejecutó un disparo certero, colocado en la escuadra. Lejos del alcance de Nick Pope.
El gol puso por delante al equipo de Guardiola y cambió el aspecto del duelo. Dio un paso adelante el Newcastle que había mantenido dignamente el tipo y que, sin mucho merecer, se vio con el resultado en contra. Aún así, no amenazó a Ederson. tuvo el balón, el juego. Pero sin peligro, frenado bien por la omnipresencia de Kovacic y de Rodri.
Haaland no tuvo oportunidades
No había noticias de Haaland. No las hubo hasta cerca del descanso cuando en una rápida transición tuvo el balón en sus pies pero tiró mal, raso, y fuera. Después, con el choque abierto y más espacios, pudo marcar. A la hora de juego. En un minuto dos veces. Una sin precisión, cerca del poste derecho. La otra a continuación, hacia los tres palos. Pero Pope frustró el intento con el pie.
Empezó a ser una cuestión personal para el noruego, poco acostumbrado a marchar de vacío como le ocurrió en la Supercopa y también ante el Newcastle. Frustración para Haaland que en el choque ante el Burnley, de la jornada pasada, ya se dejó notar con un doblete.
No apareció el acierto del noruego pero sí el de Julián Álvarez. Su gol alarga el pleno citizen, segundo en la clasificación por la diferencia de goles con el Brighton, líder. El Newcastle de Eddie Howe que goleó en su arranque al Aston Villa, se marchó del Etihad con su primer revés bajo el brazo.
De EFE.