Hoy en día el delantero mexicano Santiago Giménez triunfa en la Eredivisie con el Feyernoord, club con el que se consagró campeón de la liga de los Países Bajos, pero eso no le impide remontarse a sus orígenes, cuando intentaba ganarse un lugar en el primer equipo de Cruz Azul, donde conoció a un jugador que se volvería uno de sus mejores amigos.
El implicado es el defensa central chileno Igor Lichnovsky, hoy futbolista del América, con quien coincidió cuando el defensor andino arribó a La Máquina para el Apertura 2018 tras entregar buenas cuentas con los Rayos de Necaxa y ahí se dio el encuentro con un entonces adolescente Santi Giménez con quien tuvo una curiosa primera charla.
Fue durante un directo en una plataforma de stream que Lichnovsky y Giménez recordaron cómo fue su primer encuentro, mismo que se dio en las regaderas, donde el hijo del Chaco Giménez le cuestionó al sudamericano el origen de sus tatuajes aprovechando que estaba duchándose, recibiendo una escueta respuesta por lo ‘incómodo’ de la situación’.
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El curioso encuentro de Santi y Lichnovsky
“Con el Bebo nos conocimos en la ducha”, dijo Igor. “Él (Lichnovsky) acababa de llegar de Necaxa, y me acuerdo que estábamos entrenando y veo a Igor entrar a la ducha y veo que tiene toda la espalda tatuada y a mí se me ocurre preguntarle: ‘¿Oye por qué tienes tatuada toda la espalda?’, y se voltea y me dice: ‘Por cosas que he pasado en la vida’ y se siguió bañando”, tiró Giménez entre risas.
@igorlichnovsky Los planes de Dios son perfectos @Santi Gimenez Z
♬ original sound - Igor Lichnovsky
“Me está dejando mal”, reviró Igor. “Pónganse en mi lugar, eres nuevo en el equipo, me estoy duchando tranquilo mis partecitas... Yo estaba de espaldas y de repente me dice de atrás: ‘Oh, qué chingón tu tatuaje’. Me hablas desnudo, primera vez y me preguntas de mi tatuaje... Me hubiese secado, hermano y me ponía mis calzoncillos todo tranquilo. Es normal que yo te hubiese respondido un poco cortante”, añadió.
“Pero estoy seguro que era para iniciar una plática productiva, para empezar a conocernos”, tiró el Chaquito y Lichnovsky sentenció: “La cosa es que ahí poco a poco fue forjándose nuestra amistad”. Igor y Santi se volvieron muy cercanos durante los dos años que coincidieron en Cruz Azul, pues en 2020 el chileno se marchó a Tigres.