La temporada 2023 de la NFL tiene un significado especial para el linebacker Shaquil Barrett, estrella de los Tampa Bay Buccaneers, quien ha tenido que sobrellevar la pérdida de su pequeña hija Arrayah, quien falleciera ahogada en la piscina de su hogar en abril pasado, lo que causó un durísimo impacto en el ánimo del jugador.

Su partida afectó al egresado de Colorado State, quien confesó que hace una semana en la jornada inaugural en la que visitaron a los Minnesota Vikings no podía parar de llorar, algo que cambió en la Semana 2, en la que derrotaron a los Chicago Bears con una anotación del propio Barrett, quien no dudó en dedicar su actuación a la niña.

“Siempre juego para mi familia, pero ahora tener ese incentivo extra me hace querer esforzarme un poco más por ella”, dijo en palabras recogidas por la web de los Buccaneers.

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‘Esto apesta, pero confío en el plan del Señor’

Barrett (30 años), dos veces ganador del Super Bowl, una con los Denver Broncos y una más con los Tampa Bay Buccaneers, apuntó que confía en su fe para sobrellevar el momento.

“Nunca deja de apestar. Siempre va a apestar, pero pude darle un sitio especial a ella y cuando la cámara me apuntó después de hacer la jugada, le dije: ‘Te amo’. Te extraño. Ojalá estuvieras aquí'. Me alegro de poder seguir dándole reconocimiento a ella y para el Señor de arriba, porque Él es la razón por la que estamos aquí ahora mismo. Simplemente confío en su plan”, añadió.

Shaq Barrett y los Buccaneers volverán a la actividad el próximo lunes 25 de septiembre cuando reciban en el Raymond James Stadium a los Philadelphia Eagles, en un duelo de equipos invictos en el arranque de la campaña y donde ante un contendiente buscarán dar un golpe de autoridad que les permita navegar hacia el título de la División Sur de la Conferencia Nacional.