¡En América llegó el amor exprés! Igor Lichnovsky, el roba corazones precoz

Igor se bajó de camión bien erguido, con el pie derecho, como sabiendo que algo grande iba a ocurrir este miércoles en Querétaro.

Primera pelota y primera sonrisa cómplice entre Julián Quiñones y Diego Valdés, pero el pase filtrado no llegó y la defensa cortó la pelota.

El 33 y el 10 se encuentran fácil, aunque a veces el fino hace falta para incrementar el porcentaje de efectividad.

Otra acción y una pelota al área mal controlada por Jonathan Rodríguez la dejó muerta para Quiñones, quien la prendió como le llegó y la dejó en el palo derecho gallo.

Después, la máxima del futbol: Gol que te comes, gol que te tragas (o algo así): José Zúñiga firmó esa contra tras la pifia y levantó a La Corregidora; sobre todo, a un fan que sacudió el cuerpo a ritmo de ‘la canción de Maradona dominando’ (si la googlean se enterarán). Un uno a cero más que un gol.

América es un ave de tempestades y sabe capotear la presión, tan fue así que género más riesgo en la primera parte que Gallos.

Zendejas encontró una en el área gracias a Valdés, quien abrió la cancha y dejó solo al estadounidense, pero fue ‘goloso’ y tiró antes que servir a Quiñones, quien cambió la sonrisa cómplice por una rabieta muy directa contra su compañero. Al fin y al cabo es el “killer”.

Un señor al que le decían “Mago” o “Harry Potter” malacostumbró a los aficionados a ver (casi siempre) futbol fácil y al pie; pues bien, en un contragolpe, el Mago Fidalgo olvidó sacudir la varita para “aparecerle” un pase filtrado a Valdés, quien hizo un berrinche tamaño estadio en el césped, y repitió la dosis de coraje cuando Zendejas no le dio la pelota en otra de gol.

Pero el futbol da revanchas y Diego, el 10, se abalanzó como si no hubiera un mañana por un balón que reclamó el Ave antes como penal sobre Quiñones, fracción de segundo que bastó para empatar… Adiós frustración para Valdés.

Y esa despedida de su enfado se dio con su adiós del campo. Valdés le dio la alternativa a un Henry Martín ovacionado en tierra del gallo: El águila donde sea vuela.

Ese vuelo en el nido del Gallo llegó con polémica: Igor Lichnosvky pasó de borrado en Tigres a estelar amarillo de hueso colorado en dos partidos.

Un tiro de esquina y el VAR revisó la acción de Igor, quien adelantó el festejo por si las dudas… Minutos de tensión y el árbitro validó la anotación de un refuerzo in extremis que se ganó el corazón crema en 180 minutos. Amor exprés, amor precoz, como dirían por ahí.

Ahora, América es líder y el “aplausómetro” azulcrema, al son de 1-2, subió decibeles para decir: ¡ódiame más!