El Gran Premio de Japón de la Fórmula 1 terminó en un completo desastre para el piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez, quien padeció desde el comienzo de la carrera en Suzuka a bordo de su Red Bull, pues en los primeros giros se vio afectado tras tocarse con Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Aston Martin) en la largada.

El contacto con los españoles obligó a Pérez Mendoza a ir a los pits de inmediato para reemplazar las piezas afectadas en su auto, lo que le llevó a perder diez lugares, pasando del quinto puesto al escalón 15, además de recibir una penalización de cinco segundos por rebasar mientras el safety car estaba en la pista.

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Nuevo choque, ahora con un Haas

Tras varios giros intentando remontar, una nueva desconcentración motivó otro choque para Checo Pérez, ahora al pasarse en la frenada y golpear el vehículo de Kevin Magnussen, cuyo Haas dio un giro sobre el asfalto, por lo que tuvo que ir nuevamente a los fosos para una nueva revisión a su RB19.

Penosamente para el tapatío, el equipo determinó que el castigo era demasiado para el auto y decidió ya no dejarlo volver al asfalto, por lo que terminó abandonando temprano la competición, cerrando así un fin de semana para el olvido en el que no pudo encontrar su mejor ritmo y no logró subir nuevamente al podio.

De momento Sergio Pérez se mantendrá en la segunda posición del campeonato de pilotos, aunque la diferencia con su compañero, el neerlandés Max Verstappen, podría estirarse todavía más, además de abrirle la puerta a que perseguidores como Fernando Alonso y Lewis Hamilton recorten la distancia en la caza por el segundo sitio en la clasificación.