Checo Pérez revela que contrató preparador mental tras sentirse ‘con la confianza destrozada’

El mexicano aseguró que tras el GP de Miami su confianza empezó a decaer

Después del GP de Miami, Checo Pérez vivió una auténtica pesadilla en la Fórmula 1.

La necesidad de Red Bull por hacer el RB19 más poderoso e invencible en la parrilla, provocó que el mexicano batallara para domar a ese toro, que con el paso de las semanas se volvió incontrolable para el tapatío.

Con ello, las qualys fueron misión imposible y, en consecuencia, los podios se empezaron a alejar. Checo pasó de estar en la conversación por el campeonato de pilotos, a vivir un autentico calvario si quiera para acceder a las Q3 , momento donde realmente tocó fondo.

Después de Miami, las cosas empezaron a empeorar para mí. Sentí que conducía un auto distinto que no me favorecía mucho.

“Posteriormente, varias veces no logré entrar en la Q3, lo que destrozó mi confianza. También hizo que conducir fuera mucho más difícil. Tuve muchos problemas en el verano”, dijo Checo al medio neerlandés De Limburger.

Checo reconoció que, con el paso del tiempo y los errores, su confianza se fue al suelo, justo en el equipo más potente de la Fórmula 1 en las últimas tres temporadas.

“Al principio (de la temporada) estaba ahí arriba, compitiendo, pero todo cambió. Conducía sin ninguna confianza. En cierto momento, simplemente no podía entenderlo. Eso fue muy difícil. Cuando conduces para un equipo de primer nivel, la presión por rendir aumenta rápidamente”, dijo el mexicano.

¡CHECO Y LA NECESIDAD DE COACH MENTAL!

Con la temporada cuesta arriba, la presión que cargaba Checo le empezó a seguir más allá de las pistas, su familia comenzó a verse afectada por esa falta de confianza que sufría el mexicano en su RB19.

“La Fórmula 1 es mi deporte, mi vida, mi pasión. Pero cuando lo estás pasando tan mal en el trabajo, es difícil estar alegre en casa con tu mujer y tus hijos.

Por eso contraté a un preparador mental, porque mi familia se merece tener un padre alegre en casa”, explicó el mexicano.

Si bien Checo explicó que no es nada sencillo ser compañero y también competir ante Max Verstappen, aseguró que ha disfrutado su paso por Red Bull pese a toda la presión.

“Junto con mi entrenador, comencé a trabajar para convertirme en la mejor versión de mí mismo en casa, pero también como piloto. Decidí no rendirme. Mientras tanto, también seguí trabajando duro con los ingenieros para resolver al menos algunos problemas.

“Tengo 33 años, pero sigo aprendiendo todos los días; en la pista y, ciertamente, también fuera de ella. En parte por eso, nunca me cansaré de la Fórmula 1. Estoy agradecido con Red Bull por darme la oportunidad de correr para un equipo top. Después de todo, soy un piloto que no vino de su propia academia. Sería fantástico si pudiera terminar mi carrera aquí”, sentenció.