Julián Quiñones es toda una figura en el futbol mexicano, pero nada de esto se podría entender sin todo el apoyo femenino que ha tenido a lo largo de su vida. Hoy, sábado 17 de diciembre, anotó el gol que le daría la 14 al América, además de provocar 2 expulsiones de Tigres. Una palabra lo define: héroe.
Desde muy joven, Julián tomó el rol de “hombre de la casa”, ya que su padre lo abandonó a él y a sus tres hermanas en el complicado pueblo de Magüí Payán, una zona en Colombia que está bajo el control de grupos guerrilleros que se encargan de la producción de cocaína.
Gloria, la mamá de Julián, tuvo como principal prioridad para su familia el estudio; sin embargo, los sueños de Quiñones iban más allá de ejercer una profesión. Al principio, entenderlo para su madre fue sumamente complicado, pero nada pudo hacer ante la ambición que podía ver en los ojos de su hijo de ser futbolista profesional.
❤️ SIN FIGURA PATERNA, PERO BENDITO ENTRE LAS MUJERES#CentralFOX | Julián Quiñones creció sin su padre luego de que lo abandonó, pero encontró refugio en el abrumador apoyo femenino que le dio su abuela, madre, hermanas, hija y esposa para lograr una vida exitosa 🙏 pic.twitter.com/t76Y6MzHLs
— FOX Sports MX (@FOXSportsMX) December 14, 2023
Si bien Julián estudió luego de que su madre encontró trabajo en Buenaventura, localidad cercana a Cali a la que emigró la familia, la realidad es que un talento como el que tenía Quiñones no podía ser desperdiciado.
El siguiente paso fue determinante en la vida del delantero de las Águilas: continuar con los estudios de lleno o dedicar todos sus esfuerzos a convertirse en futbolista… y como si el propio destino hubiera escuchado a Quiñones, Club Deportivo Futbol Paz “le cayó de perlas” a Julián y a su familia.
Julián Quiñones encontró a ‘su papá' en Futbol Paz
Bajo el lema “futbolistas entrenados para la vida”, Quiñones encontró gracias a uno de sus primos el lugar ideal para no dejar por completo los estudios y desarrollar todo su talento en el futbol de la mano de César Valencia, el fundador de Futbol Paz.
Aquel niño que no tuvo una figura paterna y que huía de casa para encontrar consuelo y felicidad detrás de un balón, encontró en Don César Valencia a su ‘padre adoptivo’ y a una de las personas más importantes de su vida.
Futbol Paz le ofreció todas las facilidades a Quiñones para continuar con su carrera como futbolista, por lo que convencer a su madre fue tema sencillo para Don César.
“La ilusión de Julián era esa: jugar futbol profesional. Vio en nosotros la seriedad, el trabajo, la disciplina con la que se trabaja acá, vio la metodología con la que trabajan los chicos. Le gustó mucho, hablamos con la mamá y fue fácil”, platicó César Valencia a FOX Sports.
A partir de aquí, la vida Julián no solo fue guiada por su madre, sino también por su ‘papá’ César que vio en Quiñones a un hijo al cual debía apoyar a conseguir sus sueños y objetivos en Futbol Paz.
“Para mí es motivo de orgullo y ese orgullo lo llevo porque todos los chicos que salen de acá me dicen ‘papá’. Esa comunicación no es tanto en la parte deportiva, sino en la parte afectiva y lo miramos desde ese punto de vista… y con Julián hemos llevado una relación muy de padre donde permanentemente le estamos dando consejos; nosotros no los abandonamos en ningún momento. Casi a diario nos tienen que escribir o nos tienen que llamar”, contó César Valencia.
Con la frustración de no poder convertirse en futbolista profesional, ‘papá César’ optó por estudiar la carrera de médico veterinario zootecnista. El futbol jamás se desprendió de su vida y platicó con FOX Sports que la vida le tuvo un plan muy particular.
“El destino nos envió hacia el trabajo, hacia la profesión (…) y en ese lapso de frustración Dios nos encaminó a ayudar a mucha gente que sueña con ser futbolista profesional, como lo soñé yo cuando era niño”.
Como todo talento en el mundo del futbol, éste debe ser llevado de poco a poco y bajo una buena tutela… y así fue con Julián. Con Futbol Paz, anotó 58 goles en el Torneo Nacional Sub-17 de Colombia siendo su equipo el único amateur en la competición.
El proyecto de Futbol Paz llamó poderosamente la atención de Miguel Ángel Garza y Alejandro Rodríguez, directivos de Tigres, y decidieron invertir en Futbol Paz para la captación de jóvenes talento: entre ellos Julián.
En 2015, la vida de Quiñones volvió a dar un giro de 180 grados después de que se acordó su llegada al futbol mexicano. La decisión, de nueva cuenta, fue validada por su madre y su ‘papá’ César.
“Les encantó desde el primer momento. Nosotros le dijimos ‘mira, está el proyecto con Tigres’ y dijo ‘si es por el bien de mi hijo, Don César, adelante’ y así se hizo. No fue complicada la situación”, platicó el ‘papá’ de Julián Quiñones.
El apoyo femenino a Julián Quiñones no paró tras su llegada a México
Luego de firmar su contrato con la Sub-20 de Tigres, el futbolista no olvidó a la pequeña familia que hizo en Colombia. Durante su paso en Futbol Paz, Julián tuvo a su primera hija y apoyó a su mamá mandándole todo el salario que percibía con los felinos.
Rodeado por mujeres en su familia toda la vida, Julián, a sus 26 años, espera a su segunda hija luego de contraer matrimonio con su actual pareja Ana Gabriela. A punto de disputar una Final más en el futbol mexicano, hoy más que nunca Quiñones tendrá todo el apoyo de su familia que lo ayudó a concretar sus más grandes sueños.