Julián Quiñones comenzó su carrera en México en 2015 luego de que Tigres lo incorporó a sus fuerzas básicas con solo 17 años. Hoy, casi 10 años después, anotó el gol que le dio la anhelada 14 al América en la Final del Apertura 2023. Una historia digna de contar.
Julián Quiñones ha sido clave en la Final del 17 de diciembre del 2023, pues no sólo anotó el gol que guió al América al título, sino que provoca la expulsión de Fulgencio en el 2T y de Nahuel Guzmán en tiempos extras.
Originario de Magüí Payán, un pequeño pueblo al sur de Colombia, Julián encontró la felicidad detrás de un balón en un lugar en el que escaseaban las oportunidades al ser una zona controlada por grupos guerrilleros que producen cocaína.
La vida fue complicada para Julián. El hambre, el constante asedio de grupos criminales y el abandono de su padre fueron algunos obstáculos que se le pusieron al frente a muy corta edad.
A escondidas de su madre Gloria y de su abuela, Julián jugaba al futbol con su grupo de amigos, sabiendo que a su regreso a casa le tocarían algunas nalgadas. Ni esto frenó los deseos de Quiñones por perseguir sus sueños y todo cambió cuando él y su familia encontraron una nueva oportunidad en la localidad de Buenaventura.
Doña Gloria encontró empleo y se llevó con ella a Julián, a su madre y a sus tres hijas. El abandono de su pareja hizo que Quiñones tomara el papel de “hombre de la casa” siendo tan solo un niño; por ello, priorizó el estudio sobre todas las cosas.
🐯 “CRECIMOS A LADO DE TIGRES”#CentralFOX | Julián Quiñones disputará la Final del AP23 y su papá ‘adoptivo’ platicó EN EXCLUSIVA con FOX Sports sobre cómo los felinos catapultaron la carrera del delantero del América 🦅 pic.twitter.com/9uPelgFneu
— FOX Sports MX (@FOXSportsMX) December 14, 2023
Julián Quiñones encontró ‘refugió' en Futbol Paz
Un primo de Julián sabía de sus capacidades con el balón y lo llevó a probarse a una escuela en Cali llamada Club Deportivo Futbol Paz, una casa hogar, con educación y todas las herramientas que hacían valer su lema: “futbolistas entrenados para la vida”.
La decisión de dejar a su hijo no fue sencilla para Doña Gloria, pero no cortó sus alas en busca de concretar sus más grandes sueños.
En Futbol Paz, Quiñones encontró en César Valencia, fundador de la academia, un ángel que hoy en día todavía lo acompaña… y que rápidamente logró identificarse con él.
Don César, o papá César, como le dice Julián, también soñó con ser futbolista; sin embargo, la vida le tuvo otros planes al estudiar la carrera de médico veterinario. Con el afán de que nadie más pasara por su frustración, decidió fundar Futbol Paz en 2008 combinando el deporte y el futbol. Julián era talento puro y Don César supo detectarlo.
“El primer partido hizo cuatro goles y nos encantó desde el principio… eso es química, pero también el tema de la virtud, el talento, la verdad nos llenó mucho. Hacer cuatro goles el primer día no es fácil, pero la capacidad física, los movimientos, la intensidad de llegadas al área, eso nos cautivó e hizo que nosotros le pusiéramos el ojo”, platicó Valencia para FOX Sports.
A comienzos de 2014, Julián disputó el Torneo Nacional Sub-17 con Futbol Paz siendo el único equipo amateur frente a fuerzas básicas de equipos como Atlético Nacional o América de Cali.
“Somos el primer equipo aficionado que ganó un torneo nacional en Colombia porque anteriormente ganaban los equipos de divisiones menores profesionales. En esa época, Julián Quiñones hizo 58 goles, en un partido hizo 17… ahí vas viendo la capacidad como goleador”, contó Valencia.
Tigres y el acuerdo con Futbol Paz para llevarse a Julián Quiñones
El fundador de la academia en Colombia no falló en su pronóstico para lo que deparaba en la vida de Quiñones y fue en 2015 cuando su vida cambió por completo. Fabio Marín, un entrañable amigo de Don César, ayudó a que Tigres hiciera un acuerdo con Futbol Paz para la captación de jóvenes talento.
A cambio, los patrocinaron con uniformes de Tigres, el pago de los pasajes que debían cubrir para trasladarse a los torneos y, por supuesto, la cuota por llevarse a sus jugadores.
Alejandro Rodríguez y Miguel Ángel Garza, directivos de aquel entonces en Tigres, vieron en Quiñones una joya que debía estar sí o sí con ellos.
“Aquí en Colombia sí habían muchos equipos que querían a Julián, pero en el exterior nos maravilló el tema del plan que tenía Tigres en esa época y accedimos a que pudiera hacer una buena relación. Nos gustó un lema que nos dijeron: ‘queremos que crezcas a lado de nosotros’ y así fue. Crecimos a lado de Tigres”, afirmó Valencia.
En Futbol Paz no estaban sorprendidos de que Tigres se decantara rápidamente por Julián Quiñones. Con 17 años, era un delantero que desbordaba talento y que se podría adaptar muy bien a la Sub-20 del cuadro felino. “Es una persona apasionada, muy disciplinada, una persona que transpira físico”, fue como llenó de elogios Don César a su ‘hijo adoptivo’.
Tigres supo que para pulir a su perla colombiana debía jugar. Con la Sub-20, anotó 15 goles en 17 partidos, pero ni eso le valió para encontrar un lugar en el primer equipo. Su debut profesional se dio en Venados, donde anotó 6 dianas en 20 juegos y de ahí su próximo destino lo encontró en Lobos BUAP.
En el cuadro de Puebla, todo México comenzó a escuchar de manera más frecuente el nombre de Quiñones… y no fue para menos. 17 goles y dos asistencias en 28 juegos le abrieron las puertas a su regreso a Tigres. Pero jamás se pudo asentar con los Nicolás de los Garza pese a que ganó una Liga MX y dos Campeón de Campeones. Por ello, Atlas tocó la puerta para llevarse al delantero colombiano a sus filas en uno de los mayores aciertos de su historia.
Dos títulos de Liga MX, un campeón de campeones, 36 goles y 12 asistencias pusieron el nombre de Julián Quiñones con letras doradas en la historia de Atlas. Sus actuaciones no pasaron desapercibidas y América dio el bombazo del pasado mercado de fichajes al quitarselo a los rojinegros.
De tenerlo entre sus filas y no darle las oportunidades suficientes, ahora Tigres tendrá que lidiar con la sed de revancha de Julián Quiñones y su hambre de conseguir un título más de Liga MX a su cuenta personal.