Los sentimientos siguen a flor de piel por el título del América. Cinco años de sequía terminaron en el Apertura 2023 con la obtención de “La 14″ y André Jardine se sigue emocionando hasta las lágrimas al hablar de lo que vivió esa noche de diciembre en el mítico Estadio Azteca, en donde sintió la presencia de su fallecido padre.
El hombre que llegó casi sobre la hora a las Águilas previo al arranque del torneo, que no era la primera opción para el banquillo y que recibió críticas por provenir de un modesto club como el San Luis. A todo eso se sobrepuso André Jardine para hacer campeón al América y en su corazón no hay más que agradecimiento para la afición americanista por darle una de las mejores experiencias de su vida.
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La promesa que André Jardine cumplió a su papá con América campeón
Entrevistado por el canal oficial del club azulcrema, el entrenador brasileño rompió en llanto hablando del título con América por distintas razones. Se trata de su mayor conquista a nivel de clubes, pudo festejar ante un estadio lleno tras la pandemia de COVID-19 y, lo más importante, dedicó una promesa cumplida a su papá en el más allá.
“Cuando llego a ser entrenador, tenía el sueño de conquistar un título frente a un estadio lleno de afición apasionada. Cuando ganamos el Oro Olímpico con Brasil, tenía a mi papá como mi máximo aficionado (…) Perdón, siempre que hablo de mi papá me emociono”, expresó.
“No hay cosa más linda que representar a tu país y ganar una Copa del Mundo o una medalla de Oro. Mi papá ya no estaba y tampoco había afición. Ganamos un Oro, pero mirábamos el estadio vacío, ni una persona viendo el juego”, agregó acerca del título en Tokio 2020 con la Selección de Brasil en los Juegos Olímpicos en los que eliminó a México en Semifinales.
Visiblemente conmovido, Jardine se mostró muy orgulloso de haberle dado un campeonato a las Águilas en apenas su primer torneo al mando y ese sentimiento de agradecimiento que profesa para quienes le apoyaron y confiaron en él, promete que será un motor para ir por más copas.
“Había ganado un Oro Olímpico, pero sin cumplir mi sueño de ganar un título en un estadio lleno. Ganamos la 14 y recuerdo que apunté al cielo para mi papá, agradecerle porque le cumplí el sueño de ser campeón (llanto). Pude ser campeón con una tremenda afición como la de América, me lo voy a llevar el resto de la vida en el corazón”.