Pocos luchadores son tan divertidos como R-Truth en WWE, es de los más carismáticos y queridos por los aficionados; sin embargo, toda esa alegría pudo cortarse de tajo ante una grave lesión que sufrió hace no mucho, por la que incluso los médicos meditaron en amputarle la pierna para acabar con su carrera en el ring.
Actualmente, R-Truth forma parte de The Judgment Day, la facción en la que comparte con Damian Priest, Finn Bálor, Rhea Ripley, Dominick Mysterio y JD McDonaugh. Él le ha dado un levantón en la popularidad al equipo con sus ocurrencias y es fácil entender por qué el Universo WWE le adora.
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¿Qué le pasó a R-Truth de WWE?
Ron Killings (nombre real de R-Truth) sufrió una dura lesión de cuádriceps en noviembre del 2022, mientras luchaba ante Grayson Waller en una función de NXT. El carismático gladiador pasó un año fuera de los cuadriláteros y temió que no volvería a hacerlo, ya que se le infectó la pierna lesionada.
“Tenía un agujero en la rodilla. Un agujero. Tenía cinco bacterias diferentes que causaron una infección junto con MRSA, estafilococos y sus primos y parientes. Todo comenzó como una desgarradura rutinaria del cuádriceps. De hecho, desgarré mi cuádriceps inferior”, dijo en el podcast Cheap Heat.
“Y fueron adentro, supongo que podría haber sucedido durante la cirugía, pero fui a que me quitaran los puntos y fue entonces cuando descubrimos que las bacterias, la infección, estaban comiendo desde adentro hacia afuera, así que ahí es de donde venía el agujero”.
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R-Truth revela: ‘Pensaron en amputarme la pierna’
Sin haber logrado el Campeonato WWE o el Campeonato Mundial Pesado en su larga trayectoria dentro de la compañía, R-Truth confesó que la amputación fue una de las posibilidades que los doctores pusieron sobre la mesa si no lograban controlar la infección.
“Solo recuerdo que el médico nunca me dio un ‘choca esos cinco’. Él decía, ‘Tenemos que controlar esto. Si no podemos controlarlo, tendré que pensar en las opciones’. Fue sincero conmigo: ‘Estás en aprietos de verdad. Tenemos que controlar esto’. Como que no sanaba. No sanaba”, recordó.
“Llegó el momento en el que yo ya había pasado por tres cirugías por esto y la infección aún estaba allí, así que necesité otro PICC también. Así que, fueron como cuatro meses, cinco meses tratando de eliminar la infección, frenarla, detenerla, no volverse loco mentalmente porque había una posibilidad, dijo, la otra opción era la amputación”.
Afortunadamente y tras un proceso extenuante, el luchador volvió a WWE a finales del 2023 y, con 52 años recién cumplidos, se prepara para estar en el Royal Rumble. Más allá de que las posibilidades de ganarlo parecen nulas, el tenerlo otra vez en el ring y haciéndonos reír con sus ocurrencias ya es motivo de sonreír.
“Así que pasar de hacer cosas con el Campeonato 24/7, correr por ahí, hacer cosas con mis hijos, a NXT, Grayson Waller y yo rompiéndola, y haciendo cosas, a detenerme y que me digan esto, fue una gran realidad. Fue un momento de frenar en seco”.