De esas cosas curiosas que regala el futbol. Este domingo, el partido del Real Madrid y Sevilla tuvo un cambio de árbitro por lesión, ya que el colegiado principal, Isidro Díaz de Mera, sufrió un problema en la pantorrilla cerca de la hora de juego, obligando al cuarto silbante a calentar de manera exprés para tomar su sitio.
Habitualmente silbando en la Tercera División Española, Carlos Fernández Buergo fue el nuevo árbitro para el choque en el Estadio Santiago Bernabéu, que le hizo saber al lesionado Díaz lo que pensaban de él mientras abandonaba la cancha lesionado.
“Vete al hospital”, gritaron desde la tribuna de la cancha del Real Madrid. “Que entre Negreira”, fue otro de los cánticos, a propósito de los supuestos sobornos pagados por el Barcelona al entonces presidente del Comité de Árbitros del futbol español.
Isidro Díaz había sido objeto de la furia y desesperación de los jugadores de los Merengues hasta antes de la lesión. Resultó particularmente raro ver a Toni Kroos perder la cabeza cuando le pitaron una falta que no lo parecía, manoteando al suelo y gritando a todo pulmón para ganarse la amarilla.
El árbitro lesionado había anulado un gol al Real Madrid al inicio del partido por una presunta falta de Nacho Fernández en la recuperación de la redonda, que a la postre terminaría en la meta sevillana por medio de Lucas Vázquez. El VAR pidió al juez checar y decidió anularlo, desatando la molestia de todos los de blanco en el Bernabéu.
Finalmente, el Real Madrid ganó 1-0 al Sevilla con un gran gol del croata Luka Modric, quien poco antes había entrado a la cancha y se erigió como el héroe ante la ovación de pie de todos los asistentes.