La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), captó una masiva erupción solar el pasado jueves 22 de febrero. El evento es el más poderoso del astro de la vía láctea en siete años.
La erupción ocurrida en la atmósfera del Sol fue captada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. La última vez que el astro tuvo una actividad así de poderosa fue en septiembre de 2017, lo que dio lugar a apagones prolongados de radio en la Tierra.
¿Cuáles son los efectos que tendrá en la Tierra esta erupción solar?
De acuerdo a la NASA, las erupciones solares son poderosas ráfagas de radiación de alta energía con potenciales consecuencias en la Tierra, sobre todo para las actividades humanas.
“Las llamaradas y erupciones solares pueden afectar a las comunicaciones por radio, a las redes eléctricas, a las señales de navegación y suponer riesgos para las naves espaciales y los astronautas”, informó la NASA.
La actividad reciente del Sol fue nombrada como llamarada X, que además de provocar apagones de radio, también podría generar tormentas de radiación en la atmósfera superior de la Tierra.
Entre las consecuencias más fuertes que ocasionó la erupción de 2017, fue que los protocolos para enfrentar huracanes se vieron afectados seriamente ante el apagón de las comunicaciones por radio.
Por otro lado, a pesar de las consecuencias que pueda generar la llamarada hacia las actividades humanas, principalmente de comunicación y de navegación GPS, también hay efectos positivos, en cuanto a espectáculo visual.
Las partículas del Sol tardan alrededor de dos días después de la llamarada para llegar a la Tierra y, al hacerlo, pueden generar una aurora en el cielo, solo visible cerca de los polos, por lo que esta fiesta de luces naturales toma un carácter exclusivo.