Al América le tocó sufrir: un Pachuca aguerrido sacó el 1-1 en la Ida de Semis de Concacaf

En el peor momento parece que se le termina el gas al América, que perdió el fin de semana en Liga MX y ahora no pudo en casa con Pachuca en la Champions Cup.

Después de perder el sábado pasado en C.U. ante Pumas, esta vez el América no fue más allá del empate en la Ida de la Semifinal de la Copa de Campeones de Concacaf, ante unos Tuzos del Pachuca que podrán valorar como oro el 1-1 de este martes, especialmente porque el gol de visitante es el criterio de desempate.

A las Águilas les falló la contundencia y les faltó algo de futbol eficiente, en buena medida, por el ejemplar ejército de jóvenes hidalguenses que desbordan orden táctico y ganas de trascender.

En el primer tiempo, en el Estadio Azteca quedó claro que el América no es invencible, pero sí que es un mejor equipo, y que los Tuzos salieron apostando al orden, pero algo temerosos.

No había pasado ni medio minuto cuando las Águilas tuvieron una clarísima, un centro que llegó al área chica en la que Diego Valdés le robó el remate de gol cantado a Henry Martín.

El compromiso recuperador y de estilo compacto ayudó al América para imponer condiciones. No era raro ver a Quiñones, Valdés o Zendejas en labores defensivas, como tampoco raro que elementos como Israel Reyes aportaran mucha sorpresa al ataque.

Los Tuzos no tenían la pelota, Almada manoteaba desesperado y no les quedaba sino acomodarse porque a falta de futbol, la táctica los salvaría.

Así llegó el 1-0 azulcrema, al minuto 12 gracias a un centro de Reyes por derecha que le quedó a Alejandro Zendejas para rematar y festejar.

Sin embargo, en esa primera mitad los Tuzos igual avisaron, sobre todo con un disparo de Idrissi que angustió a Malagón con todo y lance. Fue ese jugador quien envió el centro en pelota parada para que Andrés Micolta rematara de palomita en el área chica.

El Pachuca festejó el empate 1-1 como gol de título pese a lo mucho que faltaba en la serie, pero dadas las claras circunstancias adversas que padecían.

Con el gol, el Pachuca lució más suelto y ofensivo y ello provocó que el segundo lapso fuera más equilibrado, pero con la esencia de ambos equipos más notoria: el América más poderoso y desequilibrante; el cuadro hidalguense con la sensación de jugar con el cuchillo entre los dientes.

Los 40,800 aficionados que hubo en el Azteca disfrutaron de dos apuestas distintas, pero finalmente apuestas de fidelidad a lo suyo, que prometen una gran Vuelta el próximo martes en el Hidalgo, donde se definirá al primer finalista de esta Concachampions.