Gasolineros en Uruguay, los Almada hoy catapultan al Pachuca por una colaboración de hermanos

Luis Almada siempre ha seguido los pasos de su hermano Guillermo. Desde que este último dejó de trabajar en una gasolinería en Uruguay para dejarle ese puesto a Luis, la historia de estos hermanos está marcada por el esfuerzo.

Hoy trabajan de la mano para hacer del Pachuca el proyecto más interesante del futbol mexicano, pues los “niños” que le plantan la cara a los grandes están por disputar la Liguilla contra el América, una vez asegurado el boleto a la Final de la Copa de Campeones de Concacaf.

Auxiliar técnico del primer equipo y entrenador de la Sub 23, Luis revela las claves del éxito, desde que Guillermo le sugirió dirigir a la Sub 20 del Pachuca hace cuatro años, una vez que conocieron el rigor con que se forman los jóvenes en la cantera hidalguense, donde los entrenamientos son como los del equipo de Primera División.

“Empezamos a adoptar la forma de entrenar, la forma de presión, con intensidad, siempre con la libertad de armar cualquier figura (táctica), pero sí con la intensidad y agresividad de dónde recuperamos el balón, cómo recuperarlo, los movimientos, todo tenía que ser muy similar. Así, cuando el jugador llega a Primera División, no extraña nada de eso”, contó Luis en entrevista con Fox Sports.

“Los chavos se han motivado mucho porque ven que los discursos nuestros no son mentira, Guille los pone cuando los ve en condiciones, maduros y aptos para poder participar”.

ELIMINARON AL AMÉRICA CON 15 CANTERANOS

En la vuelta de las Semifinales de la Copa Campeones Concacaf, Pachuca enfrentó al América con 15 canteranos, 6 de ellos titulares. Producto de eso, por ejemplo, fue el primer gol de Emilio Rodríguez con el primer equipo, mismo que significó el último clavo al ataúd americanista.

Para el segundo duelo de Play In ante Necaxa, los Almada convocaron a 13 canteranos y otra vez seis salieron de titulares. Un gol de Alan Bautista encaminó a los Rayos al precipicio, demostrando que los nacidos en casa pintan para ser más que flor de un día. Tan sólo en el Clausura 2024, Guillermo Almada ha utilizado a 20 jugadores surgidos de la cantera de Pachuca.

Apoyados por experimentados com Salomón Rondón, Gustavo Cabral, el lesionado Celso Ortiz y Oussama Idrissi, los “niños” tuzos además aprenden que la disciplina de los Almada no es negociable.

“El jugador sabe que tiene que entregarse, si no, va a sufrir lesiones en algún momento si no tiene el cuidado que tiene que tener; nosotros les contamos, les explicamos, les aconsejamos muchas veces que no pueden hacer la vida normal que hacen otros chavos”, relató.

“Pero ese es el sacrificio que tiene el futbol, y les ponemos el simple ejemplo: esos chavos que salen de noche o que de repente no pueden hacer otro tipo de vida, están deseando estar donde están ellos (los futbolistas)”.

¡DE LA GASOLINERA, A LA GLORIA!

De familia trabajadora, con un padre que siempre les fomentó la cultura del esfuerzo y la honestidad, los Almada trabajaron en una gasolinería o, por ejemplo Luis, incluso recolectando fresas en los campos charrúas.

“En algún momento de mi vida decidí dejar de estudiar, habiendo terminado el ciclo básico, entonces mi papá me dijo: ‘Del futbol no vas a vivir todavía’, y me tenía que poner a trabajar. Guillermo trabajaba en una gasolinera, la había dejado hace un tiempo porque él ya estaba en Primera División y tenía otros tiempos, ya no podía, entonces él me abre las puertas en ese momento”, recordó Luis, de 53 años, uno menos que el DT de los Tuzos.

Así como desde la gasolinería seguía los pasos de Guillermo, hoy Luis también recorre el camino trazado por su hermano, gracias a lo cual el Pachuca también es protagonista en otras categorías, pues en la Sub 23 son tercer lugar, igual que en la Sub 18, además del cuarto puesto en la Sub 16 y el primero en la Sub 14.

“Soy un nexo entre las formativas y el primer equipo. Cuando puedo voy a ver a la Sub18, a la 16″, agregó Luis. “Tratamos de acelerar los procesos y los chavos lo están tomando de la mejor manera”.