‘Has recibido el dedazo de Dios’: La historia de Osmar Olvera, medallista mexicano en París 2024

Osmar Olvera ya pasó a la historia del deporte mexicano, dentro de los Juegos Olímpicos de París 2024, donde ya se colgó dos preseas en clavados: plata en modalidad de saltos sincronizados y la final de trampolín de tres metros.

En el trampolín, Osmar tiró seis rondas de clavados, bien ejecutados, y alcanzó un puntaje de 500.40, lo que le valió ser tercero, por detrás de los chinos Xie Siyi y Wang Zongyuan.

Osmar Olvera desde pequeño tenía claro su camino

Antes de los 10 años, Osmar sabía que su camino estaría ligado al agua, en concreto, a lanzarse a ella y aunque quedó flechado desde el primer instante, fueron unos Juegos Olímpicos los que encaminaron su sueño.

“Desde que aprendí a nadar me encantaba salir a tirarme y cuando hice la prueba de clavados, ya sabía qué era lo que quería hacer. Desde el día uno me enamoré de este deporte.

“El sueño nace cuando vi los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde ya sabía hacer clavados, ya sabía qué era lo que quería”, expresó en una entrevista para FOX Sports.

De hecho, el haber destacado desde pequeño fue algo cercano a lo divino para sus padres o así lo explica Sergio Olvera, padre del atleta.

“Siempre ha sido un caso ejemplar y le he dicho que ‘has recibido el dedazo de Dios’, ahora trabájalo. Como agradecimiento a este don ¡Trabaja!”.

El tropiezo de Tokio 2020

París 2024 no es la primera cita olímpica de Osmar Olvera, aunque Tokio 2020 lo recuerda con amargura, puesto a que se quedó eliminado antes de la Final. Sin embargo, siempre tuvo el apoyo de sus padres y sus enseñanzas para superar el sinsabor de lo sucedido en territorio nipón.

“Me quedé con esa espinita de la final, más que nada porque sabía que podía pasar y hacerlo mejor. Contento con todo lo que viví en Tokio”, explicó Osmar Olvera.

“Tú no me digas eso, dime lo que sientes, le dije: ‘Me quedaste a deber, debiste llegar a la final’, eso quería que me dijeras papá. Tú sí dime”, contó el padre del clavadista, cuando su hijo le encaró sobre su rendimiento.

“Los tropiezos te ayudan a llegar a tu objetivo y con Osmar siempre hemos hablado de ello y porqué las cosas se dieron como se dieron. Él lo ha entendido muy bien”, es lo que le pudo trasladar su madre, Mayanín Ibarra.

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En París, Osmar quiere se “La piedra en los zapatos de los chinos”

Con unos Olímpicos de experiencia, medallista mundial, Panamericano y un largo recorrido en competiciones oficiales, Osmar Olvera sabe que sus más grandes rivales son los atletas chinos y su objetivo es superarlos.

“Voy a dar lo mejor de mí y competirle a los chinos. Ser esa piedra en los zapatos de los chinos y que ahora digan: ‘Quiero ganarle a Osmar’”.

Parte de su razonamiento va enfocado en que él se siente en un estado de forma único y óptimo para una justa como París 2024, en la que ya se quedó muy cerca de los atletas chinos.

“Me siento en mi mejor momento; llegó con más experiencia, siendo medallista mundial, medallista panamericano, los jueces ya me conocen y eso me da confianza”.

Ahora con su familia en París, el padre de Osmar, Sergio Olvera, relata qué le dice antes de una competencia y cómo lo motiva.

“Yo le grito mucho ‘focus’, ‘aprieta’ de que vas con todo y ‘campeón’. Yo no estoy por las medallas, estoy para recordarle sus fortalezas y que es el mejor para nosotros”.

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El sueño de Osmar Olvera

El medallista olímpico tiene claro cuál es su objetivo y que para cumplirlo también debe participar en la justa de Los Angeles 2028, pero va más allá del simple hecho de clasificar a unos Juegos, sino de ser el máximo medallista mexicano de todos los tiempos.

“Mi mayor inspiración es Joaquín Capilla con 4 medallas olímpicas y mi sueño y mi meta es poder igualarlo y porqué no, superarlo”.

Eso lo devuelve al inicio y a las palabras que le dedicaría al Osmar Olvera de 10 años, quien se maravilló con Londres 2012.

“Solo le diría que siga como va, que siga disfrutando, que lo haga con la pasión que lo caracteriza y que siempre disfrute, porque haciendo eso los resultados llegan y no se desespere”.

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