Llegó última del Maratón y aficionados la escoltaron a la meta 90 minutos después del final (VIDEO)

El espíritu olímpico en su máxima expresión. Muchas veces va más allá de ganar, de ser medallista o de imponer récords, los Juegos Olímpicos nos regala muchos de los momentos más bellos del deporte y eso ocurrió en el último día de París 2024 con la maratonista Kinzang Lhamo, del remoto país de Bután, quien llegó última del Maratón, pero acompañada por los aficionados.

Abanderada de Bután en estos Juegos de una delegación que se contaba con los dedos de una mano, Kinzang Lhamo prometió a su país que terminaría el Maratón, algo que es una auténtica proeza si consideramos que tiene menos de cuatro años practicando este deporte y lo hizo, saliendo en silla de ruedas.

Tomó la salida como todas las competidoras, pero las evidentes diferencias en condiciones y preparación respecto al resto la llevaron a rezagarse con el paso de los minutos hasta quedar en último lugar. La neerlandesa Sifan Hassan se llevó el Oro con tiempo de 2 horas, 22 minutos y 55 segundos, imponiendo Récord Olímpico para la distancia, pero, mientras ella festejaba, Lhamo no había llegado al kilómetro 30 de los 42.180 que conforman la Maratón.

Las ganadoras ya se habían retirado del lugar, la penúltima corredora en cruzar la meta tenía más de 30 minutos de haber acabado, pero Kinzang Lhamo mantuvo la promesa intacta de llegar hasta el final como fuera y pudiera… Aunque no estuvo sola, dando vida a uno de los momentos más memorables de París 2024.

Por ratos caminando en el trayecto ante el agotamiento, Lhamo provocó tal empatía que los aficionados de todo el mundo reunidos en las calles de París la acompañaron en los últimos kilómetros del trayecto. Corriendo sobre banquetas, echando porras, gritos y pidiéndole que no se rindiera, la gente llegó con la representante de Bután prácticamente hasta cruzar la meta.

Tan atrás se quedó la asiática respecto al resto que tuvo escolta policial personalizada en ese último tramo. Ya no había nadie en el camino más que Kinzang Lhamo, pero una ola de fanáticos se negaron a dejarla sola. A paso lento, pidiendo agua porque ya no había stands de hidratación, pero sin rendirse por el honor y orgullo.

Finalmente, Lhamo cruzó la meta con tiempo de 3 horas, 52 minutos y 59 segundos. Un enorme mérito considerando que fue su mejor marca desde que empezó a practicar como maratonista en 2020, despidiéndose de París 2024 sin una medalla, pero con algo más importante, el respeto, la admiración y una imagen para la historia en los Juegos Olímpicos.