Hugo Alberto Zambrano es un futbolista mexicano de 36 años, cuyo destino en el futbol le deparó la Liga de Mongolia, luego de intentar sin suerte jugar en la Liga MX. Su historia es curiosa, pues después de experiencias en Argentina y Nueva Zelanda, se convirtió también en representante al crear su propia firma de agentes de jugadores, pero, cuando ya pensaba en el retiro surgió una oportunidad que no quiso desaprovechar.
¿Cómo fichó por un club de la Liga de Mongolia?
En una entrevista, el lateral derecho confesó que el Khovd lo buscó para pedirle un jugador con habilidades con las que él se identificaba, así que el primer nombre que se le ocurrió postular fue el suyo, para ver si lograba fichar por el club de Mongolia y ser el “conejillo de indias” de cara a futuras negociaciones en el país asiático.
“Cuando me solicitaron jugadores para Mongolia, me pidieron un jugador con mis características. Entonces decidí que iba aplicar yo, capaz que en una de esas les llego a interesar. Apliqué y en vez de mandar un jugador fui yo para tomar experiencia”, explicó en charla con Mediotiempo.
“También lo tomé yo porque muchas veces cuando uno manda jugadores, más vale saber a dónde los estás mandando, entonces me puse yo como carne de cañón para ver cómo está todo aquí y las puertas están abiertas para poder seguir trayendo jugadores”.
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¿Cómo es jugar en la Liga de Mongolia?
Una de las grandes adversidades en el futbol de Mongolia es la del clima, cuyo gélido ambiente lo hace una experiencia particular, contrario a la comida, a la que se pudo acostumbrar con mayor facilidad, debido a que todas las comidas llevan arroz y hay bastante carne debido a que es un país ganadero. Por otra parte, el idioma es una condición adversa, ya que se comunica en la cancha mediante el inglés, pero en las calles recurre al traductor para poder hacer compras.
“El jugador local está acostumbrado al invierno a temperaturas de 40 o 50 bajo cero; de hecho Mongolia es la capital más fría del mundo, este año creo que llegaron hasta 56 grados bajo cero un par de días. Cuando sube la temperatura a 20 grados bajo cero ya no sienten tanto el frío. Cuando llegué, estaban a 20 bajo cero, obviamente yo no estoy acostumbrado a esa temperatura, me costó un poquito, y los entrenamientos se modificaban según el clima”, explicó.
“Generalmente la temperatura más caliente del día, por así decirlo, es entre 12 y 3 de la tarde, que es cuando se nos permite poder entrenar de la mejor manera. También depende de si va a nevar o no porque, por más que limpien la cancha, no permite poder entrenar así que entrenamos en una cancha que está debajo de un domo”.