Groenlandia, la isla más grande de la Tierra que no es miembro de una Federación de futbol y busca ‘asilo’ en Concacaf

Pese a ser un territorio autónomo dependiente de Dinamarca, la isla de Groenlandia busca integrarse a la Concacaf y no a la UEFA.

Un vasto territorio prácticamente inhabitado, recubierto de hielo en su mayoría, pero en Groenlandia el deporte rey es el futbol y sus aficionados desean poder competir con otras naciones, una quimera por el momento, hasta que no forme parte de una federación continental.

Hasta ahora, el futbol de este territorio autónomo danés cabalga solo y la Selección Nacional de Groenlandia, compuesta por jugadores amateurs, depende de la buena voluntad de sus adversarios para organizar partidos.

Groenlandia es un territorio autónomo dependiente de Dinamarca, pero la KAK, la pequeña federación local fundada en 1971, anunció el 28 de mayo haber solicitado oficialmente la adhesión a la CONCACAF, la Confederación en la que participan México, Estados Unidos y Canadá, entre otros.

“Es actualmente el único lugar de la Tierra que no es miembro de una federación de futbol regional”, indica a la AFP el seleccionador Morten Rutkjaer, en el puesto desde 2020.

Sin embargo, el futbol -y sobre todo la Premier League inglesa- hace vibrar a los casi 57,000 habitantes de la isla más grande del mundo, con 2 millones de kilómetros cuadrados, más de cuatro veces la superficie de España.

El campo de pasto artificial en Groenlandia...

¿Cómo juegan al futbol en Groenlandia con tanto frío?

Ante la ausencia de un estadio que responda a los estándares internacionales, Ungaaq Abelsen, secretario general de la KAK, quiere adquirir una cúpula inflable para recubrir los terrenos de juego y protegerlos de las intemperies. La afición no falta, asegura, precisando que el futbol “es el deporte más grande de Groenlandia” y estima que un 10% de la población de la isla lo practica.

“Si nos unimos a la CONCACAF, y después más en general a la FIFA, entonces podremos jugar torneos oficiales”, defiende. Aunque no está asociada a la candidatura, la Federación Danesa (DBU) la apoya “firmemente”.

“Nos acercamos a nuestro objetivo de jugar más partidos internacionales y mostrar que Groenlandia forma parte de los países que saben jugar a fútbol”, sostiene Patrick Frederiksen.

A sus 30 años, el capitán de la selección nacional tan sólo ha disputado diez partidos amistosos desde su primera convocatoria en 2017, el último de ellos el pasado 1 de junio ante Turkmenistán, perdido 5-0.

Al igual que sus compañeros, Frederiksen no es profesional. Trabaja en una guardería y se entrena al terminar su jornada laboral. En los torneos fuera, como en los Juegos de las Islas Guernsey, se toma días libres.

Groenlandia no confía en poder jugar un partido oficial antes de 2026, pero la Federación cuenta con que su adhesión a la CONCACAF pueda multiplicar la posibilidad de jugar partidos y seguir progresando en su juego.

Los rigores del clima obligan a que la temporada al aire libre sólo se extienda de mayo a agosto, mientras que el campeonato local se disputa en una sola semana a comienzos de agosto, aunque sus rectores confían en poder alcanzar acuerdos para jugar en el extranjero en campos homologados, como hizo Islas Feroe, que disputó un partido clasificatorio para la Eurocopa en Suecia en 1992.

Con información de AFP