Roberto Alvarado tronó petardo ¡Y Miguel Herrera encontró a Rayados jugando Gotcha en sus habitaciones!

A propósito del incidente del Piojo Alvarado con un petardo, Miguel Herrera compartió en LUP una anécdota de su tiempo en Rayados con algo similar.

El escándalo del día en el futbol mexicano ocurrió en las instalaciones de Chivas, en donde explotó un petardo en la sala de prensa cuando los representantes de los medios esperaban la conferencia del Clásico Tapatío. A propósito de este penoso incidente, nuestro compañero Miguel Herrera recordó que dirigiendo al Monterrey enfrentó un caso medianamente parecido en una concentración.

Discutiendo en La Última Palabra sobre qué tan profesional es el futbolista mexicano, que suele verse involucrado en indisciplinas y problemas extra cancha, como esta vez es el caso de Roberto Alvarado y su petardo en Verde Valle, surgió la anécdota del Piojo Herrera en Rayados, sorprendiendo a sus jugadores dándose de balazos de pintura.

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La historia de la pelea de Gotcha en una concentración de Rayados

El Piojo dirigió al Monterrey entre 2004 y 2007, llegando a dos Finales en ese lapso. Por aquel entonces apenas en su segunda experiencia como DT, nuestro hoy compañero analista tuvo que demostrar autoridad en Rayados por un incidente en las instalaciones de El Cerrito, que pudo terminar en un accidente.

A mí me pasó en Monterrey estando en El Cerrito, no en El Barrial, que es su centro de entrenamiento ahora, extraordinario. Nos concentrábamos ahí (Cerrito) y un día empiezo a escuchar un montón de ruido en las habitaciones de arriba, veo que hay relajo por aquí y por allá”, contó en LUP este jueves.

“Reitero, era una concentración dentro de un campo de entrenamiento donde no se mete nadie. Me voy dando cuenta de que los jugadores estaban jugando Gotcha, se trajeron hasta los rifles y las caretas”.

Este tipo de historias parecen ser un común denominador en los clubes y futbolistas mexicanos. Si bien Herrera logró controlar la situación antes de que pudiera provocar un percance, lamentablemente, lo del petardo en Chivas dejó a algunos miembros de la prensa con molestias auditivas pese a que han pasado varias horas del incidente.

“Obviamente se los tuve que prohibir porque, entre bromas, se dan de trancazos fuerte con las balas de pintura, les dije que, con todo y protecciones, podría ocurrir un accidente. Al día siguiente jugábamos un partido e imagínate que, de un trancazo en el Gotcha, al día siguiente no puedes mover bien la pierna”, rememoró el Piojo sobre aquella “guerra” en las habitaciones.