Checo Pérez compartió en FOX Sports que su casco rinde homenaje a la lucha libre porque es un deporte que desde la infancia le ha gustado. De hecho, el piloto mexicano reconoció que, antes de ir a dormir, tanto él como sus hijos se ponen máscaras y juegan a las luchitas.
El piloto de Red Bull reconoció que su objetivo era usarlo en el GP de México 2023, pero a su escudería no le gustó la idea. Aún así, pudieron retomarla para este 2024.
“A mí desde chiquito me gustó (la lucha libre), me gustaba, la seguía mucho. La dejé de ver (pero) con mis hijos regresó la pasión. A Checo le encanta, a Emilio, a Carlota, entonces todas las noches antes de dormirnos nos ponemos a luchar todos con máscaras, tenemos la casa llena de máscaras y nos encanta. Este casco lo quería usar el año pasado (...) al final (...) a Red Bull no le encantó la idea y este año ya decidí usarlo”, mencionó Pérez en su conversación con Chacho López.
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No hace caso a los rumores
Pérez comentó que omite los rumores que lo colocan fuera de la escudería austriaca porque tiene claro que muchos competidores quieren su asiento, al ser Red Bull uno de los equipos más poderosos de la Máxima Categoría.
“Ya me desconecto, ya entendí cómo funciona todo esto. Al final es un asiento muy codiciado que muchos pilotos (quieren), hay demasiados intereses en este deporte, muchísimos quisieran estar en Red Bull, por eso es una constante. Gana la carrera un piloto pero no se habla de él, se habla de mí. Yo creo que no hay un piloto hoy en día del que se hable más que de mí (...) cada fin de semana”.
Checo estaba convencido de que iba a llegar a F1
El piloto de Red Bull mencionó que, desde pequeño, confiaba en que alcanzaría la Máxima Categoría del automovilismo, por lo que decidió probar suerte en Estados Unidos para mostrarse. Finalmente, Checo conoció a Carlos Slim y lo convenció para que lo enviara a Europa.
“Cuando tomas la decisión de irte es porque estás convencido que lo puedes lograr (llegar a F1) pero también era muy consciente de las pocas oportunidades que se iban a dar. Mi familia no tenía los recursos para poder irme a Europa, mi camino en Estados Unidos fue difícil. En esos momentos el camino más obvio era Estados Unidos, ir a IndyCar, pero yo sabía que me tenía que ir a muy temprana edad a Europa e insistí y lo busqué hasta que encontré la oportunidad, hallé el equipo más barato y ahí pude convencer a Carlos (Slim) de que me mandara a Europa”.