Salamanca del mexicano Jehú Chiapas fue destrozado 7-0 por el Celta y se despidió en Copa del Rey

Rápido se le acabó la aventura al Salamanca en la Copa del Rey. Tras haber superado una primera fase, este martes, el equipo dirigido por el mexicano Jehú Chiapas fue vapuleado en casa con un 7-0 del Celta de Vigo, resultado que significa la eliminación del cuadro que milita en el equivalente a la Cuarta División española.

Ocho años habían pasado desde la última vez que un club de Primera había visitado la cancha del Helmántico y las diferencias de nivel se hicieron patentes casi desde el saque inicial, con evidente nerviosismo de los salmantinos, mientras los de Vigo fueron apurando el trámite.

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La primera llegada al área fue el 1-0 del Celta por medio de Willoit Swedberg. El sueco aprovechó un rechace del meta del Salamanca, Jon Villanueva, en un balón dividido con Mihailo Ristic para con el interior de su diestra adelantar a los suyos desde cerca del punto de penalti.

Acto seguido al gol, el Salamanca trató de adueñarse de la posesión y hacer de esta su vehículo para el empate, aunque le costaba por el posicionamiento de los gallegos con su amenaza llegando sobre todo por la derecha con un Álex Caramelo muy activo, pero sin conseguir opciones claras más allá de algún centro lateral.

En dos jugadas consecutivas pudo llegar tanto el empate de los dirigidos por Jehú Chiapas, con un tiro cruzado de Javier Murua que pasó cerca del palo izquierdo de Iván Villar, como el 0-2, con una carrera a la espalda de Alfon que tras recortar bien al defensa del Salamanca no consiguió completar bien una vaselina.

No llegó en ese momento, pero sí rozando el minuto 40 cuando, tras un penalti cometido por Villanueva al delantero albaceteño del Celta, Hugo Sotelo elevó el 0-2 al tanteador.

En un balón cercano a la línea de la banda derecha, el central salmantino Amaro se adelantó al atacante visitante, pero, para su desgracia, se resbaló y dejó al celtiña Alfon con todo a favor para brindar a portería vacía el 0-3 a Pablo Durán.

No parecía que tuviera mucha historia la segunda mitad y así se fue desarrollando, sin ver a ningún guardameta actuar en el arranque más allá de un intento forzado de Caramelo que se fue por el lateral y otro remate de Emaná en el primer palo que no encontró portería tras ser desviado.

El cronómetro iba avanzando y la escuadra viguesa tenía cada vez más en el bolsillo el pase de eliminatoria, más todavía con dos goles en apenas cuatro minutos, anotados pasada la hora por Tadeo Allende en una contra y por Carlos Domínguez de cabeza en una falta lateral.

La fe y el tanque de energía y motivación quedaron aún más bajo mínimos para los blanquinegros, que vieron cómo Fer López hacía el sexto y el séptimo definitivo de una noche histórica pero más que aciaga para el club del Helmántico.

CON INFORMACIÓN DE EFE