El Departamento del Interior de Estados Unidos ha anunciado oficialmente el cambio de nombre del Golfo de México a “Golfo de América”. Este anuncio se hizo efectivo el viernes, 24 de enero de 2025, mediante una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en su primer día en el cargo como 47º presidente de los Estados Unidos.
La Junta de Nombres Geográficos de Estados Unidos, bajo la supervisión del Departamento del Interior, está actualizando la nomenclatura federal oficial en el Sistema de Información de Nombres Geográficos para reflejar este cambio, con efecto inmediato para uso federal.
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Golfo de México ahora se llama Golfo de América: ¿Por qué?
El recién jurado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha justificado esta decisión como parte de su agenda de “Restaurar nombres que honran la grandeza de América”. Según la orden ejecutiva, el cambio busca reafirmar la importancia central del Golfo para la economía y la historia de Estados Unidos, destacando su contribución a la vitalidad económica del país.
Trump ha señalado que el Golfo es un destino turístico, una región vital para la industria marítima, y uno de los cuerpos de agua más importantes para el comercio y la producción energética de Estados Unidos. La justificación también incluye el reconocimiento de las contribuciones duraderas del Golfo a la fortaleza económica y la vitalidad de la nación.
Junto con el cambio de nombre del Golfo de México, se ha revertido el nombre de la montaña más alta de América del Norte, el monte Denali, a Monte McKinley, nombre que llevaba antes de ser cambiado por la administración de Barack Obama en 2015.
¿Se llama Golfo de México o Golfo de América para el resto del mundo?
A propósito de esta decisión del gobierno estadounidense, la presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que, para México y el mundo, el cuerpo de agua seguirá siendo conocido como el Golfo de México, subrayando que el cambio de nombre se aplica únicamente en el contexto de la plataforma continental de EE.UU.
Por su parte, el estado de Florida ya ha comenzado a adoptar el nuevo nombre de Golfo de América en documentos oficiales, demostrando apoyo a la decisión de Trump. Sin embargo, hay críticas y oposición, especialmente por parte de aquellos que ven este movimiento como una falta de respeto a la historia y las relaciones internacionales.
El cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América en EE.UU. no obliga a otros países ni a organismos internacionales a adoptar el nuevo nombre, pero refleja una política interna de Estados Unidos que busca resaltar su patrimonio y economía.