Kansas City Chiefs derrotaron a los Buffalo Bills y pugnarán en el Super Bowl LIX por ganar un inédito tercer título consecutivo de la NFL, donde una historia en particular tendrá emotivos reflectores.
Durante las sesiones con los medios en Nueva Orleans, previo al Súper Domingo contra Philadelphia Eagles, el wide receiver DeAndre Hopkins dijo que usará una chamarra muy especial, una que le heredó su padre fallecido hace más de tres décadas (1992).
“Mi papá murió en 1992 y me dejó un par de cosas: Una de las que me dejó fue una chamarra de mink; siempre dije que usaría esa prenda en mi boda o en el Super Bowl, lo que sucediera primero; obviamente no estoy casado: usaré la chamarra de mi papá”.
Parece que la promesa de Hopkins se cumplirá después de décadas; esta es la temporada doce de DeAndre Hopkins en la NFL y su quinta visita a los playoffs de los emparrillados profesionales.
Cuando DeAndre Hopkins comenzó la temporada con Titans, parecía que aquella esperanza de usar la chamarra se diluía, pero el traspaso a la dinastía de Patrick Mahomes y Travis Kelce a media campaña cambió su suerte: ¡Ahora está a una victoria de levantar el Trofeo Vince Lombardi!
Los números de Hopkins con Chiefs totalizaron, hasta ahora, 41 recepciones para 437 yardas y cuatro touchdowns; además, en la cita de Nueva Orleans, Kansas City tendrá la oportunidad de alargar una racha que le ha visto clasificar a cinco Super Bowl en las seis últimas temporadas, con una cosecha hasta ahora de tres trofeos.
“Creo que jugamos de la manera correcta, con mucho corazón y mucha pasión, y ganamos partidos de football. Si ganar partidos de football te convierte en un villano, vamos a seguir haciéndolo”, aseguró Mahomes antes de comandar los destino de sus Chiefs en el Superdome de Nueva Orleans.
En ese tenor, el quarterback tres veces campeón a sus 29 años no tuvo reparo en recordar que él también “odiaba” a los Patriots de Tom Brady, aunque ahora entienda las dificultades que enfrentaron para conquistar sus seis campeonatos entre 2002 y 2019.
