A falta de nueve fechas para la conclusión de una temporada que finalizará sin títulos, la Juventus destituyó a Thiago Motta y le sustituyó por el croata Igor Tudor. Cuando la ‘Vecchia Signora’ dio la bienvenida en julio al exfutbolista, confiaba en haber encontrado al ‘nuevo Pep Guardiola’, pero el tiempo demostró que todo había sido un espejismo.
Ocho meses después de firmar un contrato de tres años con la Juventus, Thiago Motta hace las maletas y deja a su equipo en una decepcionante quinta posición de la Serie A y eliminado en Champions League y Copa de Italia.
“La Juventus anuncia el relevo de Thiago Motta en sus funciones como entrenador del primer equipo masculino”, explicó en un comunicado. Luego de la derrota en Florencia ante la Fiorentina (3-0), que siguió a su derrota más dura en casa desde 1967 (4-0 ante el Atalanta), los dirigentes ‘bianconeri’ habían asegurado que su entrenador italobrasileño no veía su puesto amenazado.
Champions League, objetivo primario para la Juventus tras salida de Motta
Pero el parón internacional parece haber propiciado que la dirección analizase los resultados del equipo, antes de concluir que la solución no pasaba por Motta. Con el objetivo de salvar su temporada y aliviar las maltrechas finanzas, la Juventus, relegada a doce puntos del líder Inter de Milan, deberá terminar imperativamente en cuarta posición, la última que clasifica a la próxima Champions League.
Pero tras sus últimos malos resultados se halla en quinto puesto, a un punto del Bolonia (4º), y bajo la amenaza de Lazio, Roma y Fiorentina. Aunque la dinámica de las últimas semanas es especialmente negativa, la Juventus de Thiago Motta llevaba decepcionando desde el inicio del curso.
Dos cifras ponen a las claras las dificultades del equipo: 13, como el número de empates en la Serie A, y 12, como la diferencia de puntos a estas alturas de competición la temporada pasada con la Juve a las órdenes de Massimiliano Allegri, que por entonces ya era criticado.
Y más grave a ojos de los tifosi y de los dirigentes, bajo la dirección de Thiago Motta la Juventus se despojado de parte de su ADN. No logra reaccionar ni cumplir con su lema “Fino alla fine” (hasta el final): concedió un empate o una derrota en el 87,5% de los partidos en los que se vio por detrás en el marcador.